miércoles, 28 de julio de 2010

¿Qué es?


Un crecimiento maligno del tejido mamario. El cáncer se puede extender fundamentalmente a los ganglios linfáticos cercanos y menos frecuentemente a órganos a distancia (pulmones, pleura, hueso, pelvis e hígado).

Raro en hombres (aunque posible) y en mujeres por debajo de los 30 años, con mayor incidencia entre los 45 y los 65, aumenta después de la menopausia.

Síntomas


Los síntomas más característicos son:

- Asintomático al principio.
- Retracción del pezón.
- Bultos en mama o en axilas

Factores de riesgo

- Mujeres por encima de los 50.


- Historia familiar de cáncer de mama (grupo en el que se incluyen las pacientes con las citadas mutaciones genéticas, por lo que quizás las mujeres con historia familiar importante, varias familiares consanguíneas directas diagnosticadas de cáncer de mama, podrían someterse a las pruebas para detectarlas.


- Caso de ser positivas, los expertos aconsejarán el mejor plan individualizado de tratamiento y un seguimiento muy estricto.


- Antecedente de cáncer de mama.


- Exposición a radiaciones.


- Pacientes con cáncer de ovario o endometrio.

Prevención

Examinar las mamas.

- Observar un examen ginecológico regular/anual.
- Mamografía de base entre los 35 y 40 años, posteriormente revisión periódica en principio anual.
- La lactación natural reduce la aparición de cáncer de mama.

Tipos de Cáncer de Mama

Generalmente los tipos de cáncer de mama se clasifican de acuerdo a tres factores:

1) el sitio en el que se originó el carcinoma o tumor;
2) el grado de invasión;
3) la apariencia de las células vistas bajo un microscopio.

El cáncer de mama se clasifica en los siguientes tipos:

Carcinoma in situ

In situ significa “en su sitio”. Es un tipo de cáncer que no invade en profundidad y se considera susceptible de ser curado mediante una simple extirpación tumoral. Está ubicado en los conductos de los lobulillos, no se ha extendido al tejido adiposo cercano al seno, ni a otros órganos del cuerpo. No produce metástasis, no invade vasos sanguíneos ni linfáticos.

Existen dos tipos de carcinoma in situ:

- Carcinoma lobular in situ (CLIS): También llamado neoplasia (tumor) lobular. Se origina en los lóbulos o lobulillos de la mama (las glándulas fabricantes de leche). No atraviesa las paredes de éstos por lo que generalmente no se convierte en cáncer invasivo. No obstante, existen casos en los que sí puede desarrollarse y convertirse en un carcinoma lobular invasor.



- Carcinoma ductal in situ (CDIS): También se le llama carcinoma intraductal. Es el tipo más común de cáncer no invasivo de mama que existe, en el cual hay presencia de células anormales en el revestimiento de un conducto de la mama. En este caso las células cancerosas no se propagan a través de las paredes hacia el tejido adiposo del seno. El tratamiento incluye cirugía o radiación, que generalmente son favorables a la cura del padecimiento. No obstante, si no se tratan a tiempo pueden convertirse en invasivos.

Mientras que carcinoma lobular in situ (CLIS) es sólo un marcador de un futuro cáncer, el Carcinoma ductal in situ (CDIS), es predictor de un cáncer invasivo a futuro.


Carcinoma ductal infiltrante (o invasivo)
Se origina en las glándulas productoras de leche. Puede extenderse hacia los canales linfáticos o a los vasos sanguíneos del seno y distribuirse a otras partes del cuerpo. Este es el tipo de tumor más común en el cáncer de mama.


Carcinoma lobular infiltrante (o invasivo)
Se origina también en las glándulas productoras de leche y puede extenderse a otras partes del cuerpo. Se estima que entre 10 y 15 por ciento de los cánceres invasivos pertenecen a esta clasificación.


Carcinoma medular
Se estima que es responsable del 5 por ciento de todos los casos de cáncer de seno. En él, las células cancerosas se encuentran agrupadas y en los bordes del tumor existen células del sistema inmunitario que sirven para atacar y destruir las células anormales, así como a otros agentes extraños como bacterias o virus.


Carcinoma coloide.
Está formado por células que producen mucosidad. En términos médicos se le denomina carcinoma mucinoso. Pertenece al tipo de cáncer ductal invasivo y tiene un pronóstico favorable al tener menos probabilidades de propagación que el cáncer ductal invasivo o el lobular invasivo.


Carcinoma tubular.
El carcinoma tubular es un tipo especial de carcinoma ductal infiltrante. Existen menos probabilidades de que se propague fuera del seno, comparado con el cáncer ductal invasivo o el lobulillar invasivo. Es el responsable del 2% de todos los casos de cáncer de mama.


Cáncer inflamatorio de mama.
No es muy común, representa apenas el 1 por ciento de los casos de cáncer de mama. Los síntomas son: piel enrojecida y caliente, con la apariencia de una cáscara de naranja. Las células cancerosas bloquean los vasos linfáticos de la piel, es decir que no se trata de una simple inflamación. Este tipo de cáncer tiene mayores probabilidades de propagación y su pronóstico es menos alentador que otros tipos.

Prevén, detecta y trata el cáncer de seno

El cáncer de seno (o cáncer de mama) afecta a más de 178,000 mujeres y cerca de 2,000 hombres en Estados Unidos cada año, según el Instituto Nacional del Cáncer. En la comunidad latina ningún otro cáncer cobra tantas vidas como éste. Cada año se presentan aproximadamente 90 casos nuevos por cada 100,000 personas latinas, la tercera tasa más alta de cáncer de mama después de las mujeres afroamericanas y caucásicas.

Esta enfermedad no tiene que ser fatal y se puede tratar exitosamente si tomas algunas medidas sencillas para detectarla en sus comienzos. Las posibilidades de superarla aumentan entre más información poseas y más comunicación mantengas con tu médico. Como parte del mes para aumentar la conciencia sobre el cáncer de seno, te brindamos información sobre la prevención y el tratamiento de este tipo de cáncer.

Conoce los síntomas

Lo más importante que puedes hacer para tu salud es conocer los síntomas comunes del cáncer de seno. Éstos incluyen:

• Cambios en cómo se siente el seno o el pezón. Estos cambios pueden incluir la presencia de un bulto (masa) en el seno, o cerca del seno o las axilas, agrandamiento en estas áreas, así como sensibilidad en el pezón.

Cambios en la apariencia del seno o el pezón. Éstos pueden incluir cambios de tamaño, inversión del pezón hacia dentro del seno, o piel escamosa, roja o hinchada en el área del pezón o areola.

Secreciones del pezón.
Aunque la presencia de los síntomas enumerados no quiere decir que uno tiene cáncer automáticamente, es recomendable que consultes con tu médico para realizarte un examen.

Detecta el cáncer de seno temprano

Tanto tú como tu médico tienen un rol importante en la detección del cáncer de seno, la cual consiste en tres exámenes principales:

Examen clínico. El médico examina el área de los senos, axilas y clavícula con las yemas de los dedos para buscar masas o abultamientos, diferencias en el tamaño o forma de los senos, erupciones u otras cosas fuera de lo normal. El médico también busca secreciones de los pezones e hinchazón en los ganglios.

El examen clínico dura aproximadamente 10 minutos.

Mamografía. Esta radiografía del seno es la mejor herramienta para detectar el cáncer temprano. Aunque un poco incómoda, la mamografía es rápida y sencilla. El procedimiento consiste en colocar el seno entre dos placas que lo presionan para poder obtener una radiografía clara.

La mamografía puede mostrar bultos pequeños o agrupamientos de bultos antes de que se puedan detectar en un examen clínico. Según los resultados, el médico hará más pruebas para analizar las células y si encuentra algo anormal podría hacer una biopsia para confirmar la presencia de cáncer.

Es importante que incluyas este examen en tus chequeos médicos rutinarios. El Instituto Nacional del Cáncer recomienda una mamografía cada 1 ó 2 años a partir de los 40 años de edad y según lo indique el médico para mujeres menores. No obstante, consulta con tu médico para decidir con qué frecuencia debes hacerte este examen.

Autoexamen. Tú misma puedes examinarte los senos para detectar cambios en su forma o tamaño, así como posibles masas. Ten en cuenta que los senos pueden cambiar de tamaño o forma durante el ciclo menstrual, embarazo, con la edad o si estás tomando pastillas anticonceptivas u otras hormonas. No obstante, si encuentras algo fuera de lo normal consulta con tu médico.